viernes, 4 de diciembre de 2009

Volquete en NYC 1ª parte

Un largo viaje llevó a nuestros marineros a Norteamérica. El conocimiento de que los habitantes de la recién creada nación no comían pipas de girasol, hizo que tanto Volquete como Carretilla, albergaran esperanzas en el negocio de la importación ilegal de esta semilla. Llenaron su maltrecha goleta de una tonelada de paquetes, de todas las marcas: Kelia, Churruca, El Elefante Rosa, G; y finalmente llegaron al Hudson con la ilusión de pegar el pelotazo. Atracaron el barco, pagaron a la mafia del puerto, y se echaron a las calles de la ciudad para intentar colocar su preciada mercancía.
Desde el primer momento en que comenzaron a pasear, nuestros antagonistas se dieron cuenta que aquello era otro mundo. Se frotaban las manos elucubrando cuantas toneladas de pipas iban a poder vender para satisfacer las necesidades de toda la ciudad primero, todo el estado después, y todos los estados posteriormente. El tío Camuñas, confidente y chivato oficial del capitán, les había dado un contacto para que pudieran comenzar a moverse. La dirección los llevó al East Village, más concretamente a la calle D. Cotejaron bien si era el lugar correcto y decidieron dar un paso al frente.
El número 14 de la calle D era un local cuyo exterior estaba totalmente pintado de negro ( ¡Mal rollo! - pensó Carretilla.) y un rótulo de neón denominaba el lugar: Excess Café ( Po un cafelito me vendría de carajo- pensó Volquete). En la entrada había dos porteros extraordinarios. No estaban de pie, estaban tirados en el suelo, arremangados, y Carretilla apreció que se estaban inyectando algo con una jeringuilla que compartían ( A esta gente las pipas que les gustan son las de crá-dijo para sí). Dentro había un concierto. Bueno, es un decir. La gente namasque gritaba ¡pan, pan, pan! Y Volquete se arrepintió de no haber metido en la bodega del bajel unos quilitos de molletes de Antequera. ¡Pan, pan, pan! No había barra, solo barro. Un escenario mal iluminado se vislumbraba al fondo de un amplio salón salpicado de columnas (esto es como el cine Almirante-masculló Carretilla).

- Capitán, ¿no huele como…como diría yo…como a mierda?
- Por los piojos de mis barbas que es verdad…

miércoles, 25 de noviembre de 2009

El Tomavistas

Estando el capitán Volquete y su compinche el Carretilla descansando confortablemente en la costa de Benidorm, después de haber vendido un cargamento de botas de cocodrilo de contrabando, sucedió un hecho inimaginable. Tanto a nuestro capitán como a su inseparable amigo comenzaron a sangrarles los tímpanos en cuanto escucharon en la radio del chiringuito este temazo:




Ni que decir tiene, que nuestros dos antagonistas aparcaron sus vacaciones para dar busca y captura a este Paolo Salvatore y le dejaron la cabeza como un saco lleno de bolis. Nunca un acto de justicia fue tan poético.

martes, 27 de octubre de 2009

IN QUESTA NERA NERA NAVE CHE MI DICONO CHE NON PUÒ AFFONDARE...

La verdad es que todos nos hundimos. La vida es un pozo por el que nos vamos deslizando y a medida que vamos cayendo, todo se hace menos nítido, menos preciso, y nos cagamos en las certezas como el tiempo, el sentimiento o la soledad. Una vez me dijo mi capitán que nada ni nadie nos podría arrancar la sed de nuestras bocas. No sé si se equivocaba pero cada vez nos quedan menos dientes para morder el presente.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Yeisooooooonnnn



Ayer tripulantes amigos del capitán volquete arribaron, por las aguas de la autopista, a Cádiz para encontrarse con un viejo trovador del otro lado del charco, Yeison Molina... ¡Muy grande a pesar de su estatura!

martes, 6 de octubre de 2009

Está vivo! VIVOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

Asaltado por continuas dudas espirituales, compartidas con el Volquete y su tripulación, debido a la cuestión "Dios es uno y Trino", me decidí a emprender un viaje por el Mediterráneo para conocer mejor las escuelas monofisitas, gnósticas y en general todo movimiento hereje dentro del mundo católico para ver si podía afiliarme y reventar cada una de ellas.

Hay una cosa que comprobé en mi último viaje, y es que efectivamente Dionisos está aún presente entre nosotros. No sé si seguiré con la travesía, pero recomiendo una parada en Sicilia para comprobarlo. Ulises ya lo sabía, por eso se cogía un morazo en cada isla que paraba (esta no es una exepciónb). Y si el fervor es religión y fiesta, que biba el BINO!!!!!



Desde el Mediterráneo con Amor, se despide el también conocido como
Juanillus Damasceno

viernes, 11 de septiembre de 2009

Cine de Barco

Queridos compañeros, hacemos parada en el puerto y vamos al cine,
no todo van a ser casitas de colores y bebercio.
Bueno ahí os dejo la primera parte son cuatro.
Seguid el rastro para las otras tres.

Duración total: 20min aprox.
Año:1956
Titulo:El globo rojo.

martes, 8 de septiembre de 2009

Tristes miajas

Sí, compadres, el hijo del capitán Volquete, el día en que su padre lo abanonó, se nos hizo poeta... con vosotros el niño garduño.

lunes, 3 de agosto de 2009

Y tu mirá

Lole-Manué y Tarantino...

jueves, 30 de julio de 2009

ROTORRRRRRRRRRRRRRR



Cuando conocí a Volquete era asesor del presidente para temas de tecnología avanzada. Estábamos estudiando y le salió la oportunidad de asesorar en la creación de un proyecto, pero como podéis ver ninguno de los asistentes dominaba la terminología que Volquete nos mencionaba. Así es querido público, yo estaba entre los asistentes, ¡qué recuerdos!

Firmado
BarbaBits

miércoles, 15 de julio de 2009

viernes, 10 de julio de 2009

Y una mañana fría desperté en la selva...

Yma Sumac... Joya del Perú.

y su compinche "er Carretilla"



Hola amiguetes,

el arriba firmante, Capitán Volquete, os presenta al Carretilla, compañero infatigable de viaje por innumerables aguas del globo, pirata insaciable y patafísico jubilado. Juntos han navegado, codo con codo, por incontables barras de puertos de todo el mundo, contando en su haber con más de un lamentable naufragio, no exento, todo sea dicho, de un cierto patetismo chabacano. Cansado ya de tanto viaje en kayuko y de tanto cargar a cuestas con el Capitán Volquete, er Carretilla, decidió tormarse un respiro y ahora intenta ganarse la vida cantando los números en el bingo de la AAVV "el Martinete felíz", anclado , junto a su mascota Mapachito, en un pequeño pueblo costero de nombre impronunciable. Esperamos buenas nuevas desde aquellas lejanas tierras.